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Una saga inolvidable... (?)

EL PALACIO

El miércoles 23 de Junio Sara y Nathalie (O Nené para todos), recién llegadas a Londres, van a visitar por primera vez el Palacio de Buckingham. Sara admira la exquisitez del jardín y la arquitectura del lugar, mientras que su compañera toma fotos a todo lo que ve. Cuando ambas se cansan de caminar, se sientan en un banco frente a la gran fuente, Sara saca su libro y Nené se descuelga del cuello la pesada y vieja cámara. A pesar de ser francesa, Nathalie tiene un casi perfecto español. Su acento francés y su español europeo le divierten mucho a Sara, que, al ser argentina, tiene conceptos diferentes respecto a algunas palabras, y la trata de vos en vez de usted, cosa que a veces saca de quicio a su amiga. Pero al estar en Londres solamente hablan en español entre ellas, y en inglés con las demás personas.
-¿Qué lee? –Pregunta Nené cuando acaba de suspirar-.
-Agatha Christie. Es muy buena, ¿la conocés?
-¡Si! ¿Es uno de Poirot?
-Ajá… Yo siempre quise ser como el, una detective, resolver crímenes, ayudar a las personas, encerrar a los malos, viajar por el mundo… -suspiro- debe ser lo mejor.
-Risita- Vive usted en la fantasía. En la vida real eso no ocurre; es más, generalmente el criminal escapa y el policía queda como un... un… -piensa
-¿Un inepto? Sí, pero eso pasa por que muchos policías no usan sus cesos –Se toca la frente con el dedo
-O no los tienen
Ríen y se van.

Sara y Nené están por salir del palacio. Sara para a su compañera:
-Bueno, ya me divertí bastante… ¿En serio aún no te das cuenta?
-¿De qué no me he dado cuenta?
-¿No sentís como si te faltara algo?
-Piensa- mmmhh… Oh! La cámara, ¡la dejé en la fuente!
-Por fin… -Observa a Nené correr a toda velocidad hacia la fuente. ¡Que imagen tan graciosa!

Nathalie llega a la fuente jadeante. Respira profundo y se acerca para buscar la cámara. La ve y la agarra: ¡Que suerte que aún sigue allí! Pero al bajar un poco la mirada… ¡Un hombre sangrante tirado en el suelo! Grita con todas sus fuerzas y corre para llamar a un guardia. A mitad de camino cae desmayada. Sara se da vuelta y al ver a su amiga tirada en el suelo corre a ayudarle.
-¡Ambulancia! ¡Llamen a una ambulancia por favor! –Grita Sara en inglés.
-No, yo no soy el problema… Mademoiselle Sara –Consigue susurrar Nené- Hay un hombre… en la fuente… apuñalado… -Y pierde la conciencia.
-Un… -Reacciona Sara. Agarra su nuevo celular y marca emergencias- Si, estoy en el Palacio y hay un hombre apuñalado en la fuente –empieza a gritar en ingles Sara- y una chica desmayada… Sí, una emergencia… ¡Rápido por favor!... Si, muchas gracias… –Cuelga. Llama a la policía y vuelve a su desastroso y desesperado ingles: -Si, hay un hombre apuñalado en el Palacio de Buckingham… en la fuente… ¡la de atrás!... No sé… No pude fijarme, ¡vengan por favor!... Si, gracias… ¿Mi nombre? Sara Readman. -Cuelga. Suspira un buen rato. Luego de algunos minutos, a lo lejos empiezan a escucharse las sirenas de las ambulancias. “Tardaron demasiado, el pobre hombre ya debe estar muerto”, piensa.

EL SCOTLAND YARD

“¿Qué pasó?”… “¿Dónde estoy?”… Se escucha un murmullo.
-Mad… Mademoiselle Sara? –Intenta decir Nené.
Sara se da vuelta y ve a su amiga intentando abrir los ojos.
-Oh! Al fin… me tenías preocupada Nené. -Dice Sara mientras se sienta al lado de la cama de su amiga.
-¿Dónde estoy?
-En el hospital, ¡te desmayaste en el palacio!
-Oh, si, es que me pareció ver algo, pero creo que fue el calor…
-No linda, si había un hombre en la fuente… Bueno, ahora es un cadáver.
-¿Qué? Mon deus! No lo diga tan fríamente! Pareciera que no le importa en absoluto…
-¡Por supuesto que me importa! Es como un llamado, como si alguien dijera “che Sara, vos querías ser detective, ahora hacete cargo”, es casi cómico. Lo que no es gracioso es que haya tenido que ser un asesinato.
-La creía más escéptica mademoiselle
-Shh! Ya te dije muchas veces que soy sólo Sara, sin el mademoiselle.
-La costumbre… -En ese momento entra el oficial Blake a cargo de las investigaciones del caso.
-Good afternoon ladyes
-¿Qué tienen de buenas? –Pregunta Sara en inglés- ¿Acaso tienen una pista?
-Esperamos tener una concreta cuando termine su interrogatorio… ¿Están las dos listas para declarar?
-Sí –Dicen al unísono las muchachas.

La estación de policía es bastante más fea de lo que las chicas se imaginaban, pero está bien.
Una vez que llegan a una habitación con banquitos el oficial habla:
-Muy bien, esperen aquí please.
-Quisiéramos irnos lo más rápido posible Mr. Blake –Sara para al oficial
-Si, lo sé, intentaré apurar las cosas para ustedes… Pero no les prometo nada
-Thank you. –Le grita Nené cuando ya se estaba por ir. En eso aparece una secretaria con varios papeles para llenar:
-I’m really sorry, pero como son extranjeras deberán llenar estos formularios antes de entrar.
-It’s Ok, algo para entretenernos. –Le contesta Sara sonriendo.
Y las dos extranjeras se ponen a llenar las hojas.

Luego de media hora, papel lleno, y Sara a punto de ganarle una partida de truco a la novata Nené aparece el oficial Blake con el inspector. Blake hace las presentaciones:
-Inspector Davidson, ellas son Mademoiselle Bruleè –Se para Nené- y Miss. Readman –Salta Sara.
-Good afternoon ladyes, -Saluda el inspector- Escuché que se llevaron un buen susto en la fuente del palacio.
-Creo que fui yo quien más se asustó –Nené cabecita baja- Si no me cree pregúntele a las enfermeras –Risas de todos.
-Muy bien, basta de risas –Davidson levanta uno de sus rechonchos dedos. En realidad todo él es rechoncho, su baja estatura completa su simpático estilo- Vamos a la sala de interrogatorios así se van lo antes posible a su casa, ¿bien?
-Me parece perfecto –Aprueba Sara.
Blake y su superior conducen a las chicas a una sala algo oscura, con una mesa en el medio y dos sillas de cada lado. Las paredes están tapizadas de una especie de goma espuma. Sara oyó hablar de eso a unos técnicos en el palacio: Es para que no entren ni salgan ruidos. En una de las paredes hay un gran espejo negro. “¿Por qué es tan obvio que nuestra declaración es lo único que tienen?” piensa Sara; debe advertir a Nené.
En un castellano rápido en inentendible para los policías (los de la sala, o los de atrás del espejo) le dice a su amiga: -Nené, tené cuidado, del otro lado hay gente que nos puede entender, ¿me escuchaste? –La francesa asiente con la cabeza- eso no es todo, creo que somos las principales sospechosas, en especial vos. –Termina algo turbada Sara.
Nathalie la mira bastante sorprendida, como buscando que eso sea una broma. “Pero Mademoiselle Sara se ve muy seria… debo tener cuidado con lo que digo” piensa. Entonces lo nota: Sara tenía “esa” mirada, la mirada pensante. Cada vez que algo serio pasa, y se necesita pensar, Sara lo hace muy bien poniendo esa mirada. Es como si sus ojos captaran todo a su alrededor, y a la vez analizara los datos que ya tiene en la cabeza. “Mon deus” Piensa Nené “Esto es serio”.

SIENDO INTERROGADAS

-Ya les dije que eso es todo –Vuelve a explicar Sara- Salimos del palacio, nos sentamos en la fuente por 10 minutos, y luego nos fuimos. Cuando estábamos por salir le hice notar a Mademoiselle Bruleè que se olvidaba la cámara fotográfica y fue corriendo de vuelta. 5 minutos más tarde la vi a 10 metros de mí tirada en el suelo, me dijo lo que vio y llame a la ambulancia y a la policía. Fin de la historia. –Suspira Sara.
-Pero yo creo que hay algo que ustedes no nos dicen –Blake ya se sacó el saco hace un rato. Estar más de media hora metido en esa habitación acalora a cualquiera. –Insisto.
-Sé que ustedes creen que alguna de nosotras dos lo hizo. –Blake traga saliva. Sara continúa: -Pero les voy a demostrar por qué no pude haberlo hecho yo. Respondan ¿Por qué estaba éste hombre en la fuente a esa hora?
-Nosotros hacemos las preguntas aquí señorita. –Amenaza Davidson con el dedo rechonchito.
-Ajá, pero nosotras debemos demostrar que somos inocentes para que no nos molesten más. Así que respondan por favor: ¿Por qué estaba ese hombre en la fuente a esa hora?
-Bien, pero no sale de aquí: Encontramos esta nota… -Saca del bolsillo una bolsita con un papel adentro:




-Ahí tiene usted su prueba. –Satisfecha Sara se para.
-Un momento, eso no prueba nada!
-¿A no? ¿No lo ven?
-¿Ver qué?
-¡Varias cosas! Primero: esa no es ni mi letra ni la de mi compañera. Segundo: obviamente esa tal “C.M.” es alguien que este hombre conoce, seguramente una mujer. De no ser así no la hubiera esperado media hora en la fuente con un sol como el de hoy al mediodía (En la nota dice al mediodía, y el cuerpo fue encontrado a las doce y cuarenta y cinco, según los doctores llevaba diez minutos muerto aproximadamente), y mi amiga y yo pisamos Inglaterra por primera vez en nuestras vidas anteayer, si no nos cree verifique en el puerto o nuestros pasaportes. Tercero: Ninguno de nuestros nombres tiene como iniciales “C.M.”. Así que creo que nos pueden dejar en paz por ahora.
Ambos policías quedan boquiabiertos. El primero que se atreve a hablar es Davidson: -¿Dedujo todo eso con tan solo ver la carta? ¿Cómo es posible?
Nené sonríe. Sara lo nota y responde:
-Sí, puedo decirles eso y tan sólo de la carta. Tengo muchas otras deducciones que encontrarán ciertas. Pero no tengo intención de decírselas.
-Yo creo que fue sólo suerte lo de la carta. –Blake desconfiado.- Aunque como lo que dijiste es cierto podemos dejarlas ir. Pero ni se les ocurra salir del país, sería algo estúpido.
-Por eso no lo haremos Monsieur. –Dice parándose la francesa- Si necesitan algo llámennos, estaremos encantadas de ayudarles. Vámonos Mademoiselle Sara. –Nené abre la puerta y ambas salen.

EL TRATO

Nené cierra la puerta de la sala de interrogatorios detrás suyo y se une a Sara que se ha adelantado unos pasos. Las extranjeras vuelven a su amigo el español.
-¿En serio tiene más deducciones?
-Si Nené, pero sólo podría confirmarlas sabiendo el nombre de la víctima.
-Es cierto, en ningún momento se lo mencionó. ¿Por qué será?
-¿No te parece obvio? Tres opciones: 1) Suponen que lo sabemos, ya que seguimos siendo las principales sospechosas. 2) Es un nombre tan conocido que no nos lo dijeron para que no creemos publicidad. 3) No quieren que nos metamos en sus asuntos. Yo creo que es un poco de todas. –Sara levanta los hombros. Antes de salir de la estación policíaca escuchan la vos del inspector Davidson: -Miss Readman! Miss Readman! Please wait! –“Dios, que insistente” piensa Sara, y lo vuelve a oir.- ¡Espere! -Sara se da vuelta y lo ve a un metro suyo: -What? ¿Qué quiere ahora?
-¿Podría decirme qué otras deducciones tiene? Me impresionó mucho como habló allá atrás. Su ayuda nos vendría muy bien.
-¿Qué gano yo con decirle que pienso?
-Le diré el nombre de la víctima.
-Eso se sabrá en uno o dos días de todas formas. No tengo intención de ayudarle además.
-Eso es cruel señorita. Muy bien, el nombre de la víctima es Charles Graham. Mr. Charles Graham.
-¿Charles Graham? Ese nombre me suena…
-¡Más vale! Es uno de los hombres más ricos de Inglaterra. Fabricó su fortuna con el negocio del cemento, muy usado ahora para las grandes construcciones. Su empresa factura millones al año.
-Oh, cierto, leí un artículo sobre el en Brasil, ¿te acordás Nené?
-Yes, I do.
-Bueno, eso me ayuda mucho inspector, pero yo nunca acepté su trato.
-Please! ¡Si me ayuda la dejaré intervenir en el caso!
Sara sorprendida: -¿Intervenir? ¿A qué se refiere?
-Podrá interrogar a quien le parezca sospechoso, buscar información oficial, hacer sus propias investigaciones…
-¿En serio? ¿Podría hacer todo eso?
-Si, pero deberá enviarme un informe cada vez que descubra algo.
-Bien, le daré una ayuda.
-La escucho. –Saca una libretita y un lápiz del bolsillo del uniforme.
-Primero: Encontrará el arma homicida cerca de donde se encontró el cuerpo, probablemente en la fuente. Aunque no creo que sirva de mucho ya que no tendrá huellas dactilares. Seguramente es algo perteneciente a su propia casa. Segundo: Encontrará una pista en medio de los jardines cercanos a la puerta de salida del palacio.
La cara de Davidson se ilumina: -Muy bien, haré a mis hombres trabajar en seguida, thank you very much, Miss Readman.
-De nada, pero desde ahora intervendré yo, ¿si?
-Perfecto, hasta luego.
Davidson se aleja feliz, casi parecería que salta.
Nené mira sorprendida a su amiga, en su confiable español le dice:
-Wow, ahora si que se le cumplió el sueño. –Ambas se ríen.
-No lo creas, voy a estar dependiendo de estos tipos.
-Bueno, pero es usted como una detective.
-Si, algo así. Y ambas se alejan caminando despreocupadas.



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